La evaluación se utiliza la mayoría de las veces para apoyar a la acción educativa, la cual debería entenderse desde el punto de vista académico, formativo… ya que al profesor le debería preocupar está antes que cualquier otro aspecto.
La evaluación debe de ayudar a aprender, en los diferentes niveles educativos, desde un punto de vista más cualificado y si esto no es así sería mejor que el profesorado no la empleará para evaluar a sus alumnos, porque el profesor tiene que ser crítico, no un simple calificador.
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En definitiva, si la evaluación no fuera una fuente de aprendizaje, quedaría reducida a la aplicación de técnicas que ocultaría procesos que se dan en la enseñanza y en el aprendizaje. Por lo tanto la evaluación es una forma de aprendizaje y todo aprendizaje que no conlleve autoevaluación de la actividad misma del aprender, no es formativo.
Referencia : http://adide.org/revista/index.php?option=com_content&task=view&id=174&Itemid=45
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